En esta “familia” rota y como en cualquier otra, habría que ver a detalle cuales son los protagonistas que se encuentran en un nudo por desatar, ayudando de esta manera a encontrar la relevancia de cada miembro familiar. Estos son:
1. Fuerzas Básicas (varonil y femenil): son los hijos menores, aquellos que comienzan a descubrir su camino en el mundo deportivo y que sin duda necesitan comprender el porqué de su profesión a una edad tan corta. En ellos más que en ningún otro miembro, sin importar el sexo, habría que establecer las atenciones básicas: higiene, atención psicológica, consciencia del estudio, nutrición, involucramiento familiar, desarrollo y perfeccionamiento técnico, lectura de juego y plan de vida. Ten buen suelo, fértil y amado, y obtendrás buenos frutos.
2. Competencia local: es la escuela a donde deseas mandar a tus hijos. Como buenos gestores familiares, siempre procuraremos brindar las mejores oportunidades a nuestros hijos, es por eso que la Federación, como líder de esta numerosa familia, debe trabajar de la mano con la Liga MX (escuela ideal) para garantizar la calidad de sus involucrados y egresados. Para ello y con afán de no soltar las buenas costumbres formativas de los años pasados, el efecto premio-castigo en determinados casos son necesarios de implementar. Así como el mejor alumno (líder del torneo) termina consiguiendo un reconocimiento a nivel institucional, aquellos más bajos deben saber que quien no se esfuerza tiene una consecuencia que no solo afecta a su economía, sino a su prestigio (descenso). Retomar estas prácticas pueden, si se saben orientar, estimular la necesidad de trascender como directivos, gestores, jugadores y entrenadores. A esto añado por obviedad, la inmediatez de eliminar los favores a aquellos que no han merecido en el año tener ni un reconocimiento positivo y pueden caer en el autoengaño (repechaje).
3. Roce internacional: son los intercambios entre países que sin duda contribuyen al crecimiento de las instituciones y a sus miembros. Por ello es importante que la Federación sea quien alce la voz para que, con una estrategia visionaria, objetiva y progresiva garantice clases, concursos y congresos de calidad (competencias) para sus familiares. El regreso a la Copa América y a la Copa Libertadores no debería ser una opción, sino una obligación. Así mismo, al brindar esta posibilidad de convivir con personas, organizaciones y mentores mejores que uno (clubes y/o selecciones) se abren puertas a la visualización y exploración de nuevos caminos (exportación de jugadores), lo cual suma y orienta a la ilusión de un sueño profesional, entre ellos, el sueño europeo.
4. Tareas definidas, cooperativas y coordinadas: como en toda familia, cada miembro cumple un rol, lo asume y sabe la importancia que tiene lo que hace en y para la familia. La Federación debe ir siempre unida, sin descuidar ni un área y no atreverse a crear o inventar espacios extras sin antes definir, ordenar y poner en marcha los aspectos más elementales y básicos. Si bien la comunicación entre todos es importante, saber que hace cada uno desde lo personal hasta lo laboral es indispensable para garantizar un buen desarrollo de la gestión deportiva, humana y organizacional.
5. Multipropiedad: el que mucho abarca, poco aprieta:
Si las condiciones dan para tener muchos miembros, es porque la atención puede ser equitativa y esto no afecta el entorno social, emocional y profesional de allegados. Trasladándose al ámbito del fútbol, la centralización de pocos dueños para tantos equipos traza una línea contraproducente en el desarrollo integral de jugadores y crecimiento deportivo del país. La realidad demanda una nueva política que permita regular equitativamente las oportunidades de pertenencia a fin de desaparecer mandos de antaño que, en lugar de agregar valor, restan a los participantes involucrados.